Archivo de 28 octubre, 2009

Se me ha perdido un hombre

Posted in eMiLio on 28 octubre, 2009 by diana vinay

Para Emilio

Se sorprenderán por a quien va dirigido el mensaje, pero necesito compartirles tanto duelo. Cuando leí por primera vez esta poesía «Se me ha perdido un hombre», de Carilda Oliver, hace unos siete años, nunca imaginé llegar a apropiarmela tanto y menos aún sentir dolorosamente cada una de sus frases, hoy la comparto con Uds, sabiendo lo solidarias que son, egoistamente me pongo a distribuir un poco de tan inmenso quebranto. Sé que algunas no sabrán de lo que hablo, sé que otras tienen alguna idea sobre cuánto es todo lo que se me ha quedado así, nada más, en silencio… recíbanlo, y recuerden amar, amar inmensamente, antes de nunca más poder volverlo a hacer con él. Afuera llueve pero nada tiene que ver con esta inaudita tormenta, yo les agradezco que me resguarden en su corazón, saben que yo también las llevo en el mío aunque ahora lo sienta tan desvalido. Un abrazo, Diana

Se me ha perdido un hombre.
Y lo busco por cifras y guitarras,
por hierbas y entrepisos,
en el cielo, en la tierra, dentro de mí.
Se me ha perdido un hombre.
Y me quedo temblando
como quien no come sino polvo,
como quien ya extravió la sombra.
Pero no, que no, que no me ayudan a buscarlo.
,¿A quién le importa si su mirada ha derrotado el tiempo?
¡A quién le importa aquella piel con ganas de la luz?
¿A quién le importan unos labios transparentes
que no tuvieron hambre,
unas piernas que sólo corrían al amor?
Se me ha perdido un hombre.
Y todos ríen, se entretienen, sudan, mastican
se desenvainan por las noches;
despreciativos, inefables, maromeros, unánimes,
como si sólo se hubiese caído un alfiler
o la hoja más seca
del árbol del bien y del mal,
como si la muerte no hubiera entrado a destiempo en nuestra casa.

     

Y yo pensando que era demasiado joven,
que reunía láminas y piedras,
pedacitos de mundo, hierros, cosas del mar.
Yo pensando en su grandeza de criatura,
en cómo miraba a Venus al atardecer,
en cómo cayó en la trampa.
Yo pensando
en dónde está la mitad del cuerpo mío,
en quién va a cantar ahora para quitarme el miedo,
en las veces que no nos besamos
y en las que nos besamos,
en sus ojos coléricos frente a la injusticia,
en ese silencio con que me responde,
en la herida que nunca le cosí,
en sus manos.
Se me ha perdido un hombre.
¡Ayúdenme a buscarlo!
Pronto…
Siento frío.
Aquí no hay lámparas ni claves,
no tengo redes
ni computadoras.
no tengo flechas ni radares.

¿Dónde estás?
¿Intenta ser mi sombra el desvalido?
¿Se me ha vuelto invisible entre gusanos?

Carilda Oliver