Enrique Bunbury
los fracasos me enseñaron lo que no pude ver desde la atalaya del oro presté a los engaños mis oídos tal vez y no me conformo con otros los hemos enfrentado y quitamos la razón a cada voz y movimiento pensando lo contrario lo que es mucho peor lo mismo en distintos momentos doctor, ¿qué no funciona aquí en mí cabeza? ¿por qué he perdido el control? ¡qué fácil hacer daño y que te lo hagan a tí! y a las personas no hay quien las entienda será que a lo mejor les resulto tan extraño ¡sí! como ellos lo son para mí One, two, three un, dos, tres y paso de largo y no paro por tí ¡sí! el sol sale siempre a unas horas muy raras y no tengo a mano las gafas si algún día me ves antes de la madrugada verás lo moreno que estoy la voracidad primero después la ostentación como hubieras tú querido camina tú delante y te llamo impostor si aguantas bien el equilibrio que a las personas no hay quien las entienda será que a lo mejor les resulto tan extraño ¡sí! como ellos lo son para mí One, two, three un, dos, tres y paso de largo y no paro por tí ¡sí! |
Archivo de septiembre, 2008
one.. two… three….40 … 70 … 96 …124 meses
Posted in canciones on 30 septiembre, 2008 by diana vinayel quince… veinticinco… contigo nosotros cinco
Posted in interioridad on 28 septiembre, 2008 by diana vinayla belleza AUTE
Posted in poesia... incluso musicalizada on 12 septiembre, 2008 by diana vinayEnemigo de la guerra y su reverso, la medalla
no propuse otra batalla que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra bajo el paso de una historia que iba a alzar hasta la gloria el poder de la razón y ahora que ya no hay trincheras el combate es la escalera y el que trepe a lo mas alto pondrá a salvo su cabeza aunque se hunda en el asfalto la belleza… la belleza, la belleza, la belleza… la belleza
Míralos,
como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes,
traficantes,
mas que nausea dan tristeza,
no rozaron ni un instante la belleza… la belleza, la belleza, la belleza… la belleza
Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios, donde todo lo falsario acabaría en el pilón.
Y ahora que no quedan muros ya no somos tan iguales,
tanto vendes,
tanto vales,
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo, ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza… la belleza, la belleza, la belleza… la belleza