Archivo de noviembre, 2007

el silencio

Posted in interioridad on 24 noviembre, 2007 by diana vinay
…se guarda silencio
por el dolor
que es incapaz de convertirse en llanto
 
silencio
cuando el llanto se agota
y agota
al que llora…

HERENCIA EDUCATIVA. Contemplación en Manresa. sección 2

Posted in Sin categoría on 16 noviembre, 2007 by diana vinay

HERENCIA EDUCATIVA. sección 2

¿la labor educativa que desempeño corresponde al modo pedagógico de proceder ignaciano?

por Diana María Alejandra Vinay Hernández

Junio, 2007

 

Modo de proceder ignaciano (Pedagogía Ignaciana)

El “modo de proceder”, el paradigma (camino) de la Pedagogía Ignaciana es la estrategia que eligen los educadores y los educandos:

  1. Para redescubrir su propia realidad personal y “ordenarla” mejorándola progresivamente hasta la plenitud;
  2. Para reubicarse en la realidad envolvente en el mundo, y ser el “instrumento apto en las manos de Dios” y trasformarlo.

– Es una mediación entre los “sujetos” y el “mundo”.

– Es un instrumento para la mejor interpretación de la realidad y para el cambio.

– Es un proceso (psicosocial) que inspirado en la espiritualidad ignaciana, la encarna en nuestra pedagogía.

Sí, el Paradigma Pedagógico Ignaciano es un proceso, consciente y dinámico, cuya aplicación no se refiere exclusivamente al proceso educativo práctico y aplicable a nivel del aula y de la relación educador-educando; es necesario aplicarlo también a todo el entorno institucional que lo soporta ya que de lo contrario podría darse el peligro de contradecir institucionalmente lo que se pretende lograr. Toda la institución educa.

El modelo ignaciano Identifica cinco etapas, sucesivas y simultáneas, porque cada una de ellas se integra con las demás, de tal manera, que se afectan e interactúan durante todo su desarrollo.

1.        Situar la realidad en su contexto.

El primer trabajo del profesor y del alumno es avivar el contexto de sí mismos (situación personal, familiar, su historia, circunstancias, expectativas, resistencias); de los diversos entornos de la clase; de la disciplina; del “clima” del Centro y la Comunidad educativa; y de la región (socioeconómico y cultural entre otros). Esa dimensión va dando historia, motiva, fundamenta y ubica el trabajo que será emprendido conjuntamente, es decir, identifica los conceptos previos, actitudes y valores que alumnos y profesores traen consigo al aula y a las actividades formativas con las que el profesorado prepara dichos procesos.

2.        Experimentarvivencialmente.

Siendo la persona un complejo de dimensiones, facultades y relaciones, la materia, los hechos, los datos de estudio serán trabajados con la mente, pero también con la afectividad, la imaginación, la memoria y la voluntad. Al realzar su experiencia sobre la materia estudiada, el estudiante pasa de lo teórico a la acción deseada donde identifica sus reacciones en relación a la realidad emergente, busca conocerla en profundidad, la compara con conocimientos anteriores, ensaya hipótesis.

3.        Reflexionarsobre esa experiencia.

Con carácter axiológico, y acompañado por el maestro, el alumno busca el significado, las implicaciones y las conexiones de la materia que va trabajando; integrando significativamente lo aprendido en su estructura cognitiva por el acercamiento afectivo, alcanza una reflexión profunda al considerar el significado e importancia humana de lo que está estudiando. Esta dimensión asegura la formación de la conciencia crítica y la movilización del alumno a la acción.

4.        Actuarconsecuentemente.

Movilizado por la experiencia y por la reflexión personal y humanizadora, la voluntad del alumno se manifiesta en acciones interiores percibidas como opciones personales hacia valores y actitudes, mismas que transforma en convicciones propias por las conclusiones obtenidas; también se expresa en acciones exteriores, compromisos humanos que externaliza en comportamientos y compromisos coherentes con esas opciones.

5.        Evaluarla acción y el proceso seguido.

Apunta a acompañar y diagnosticar el progreso del alumno en forma integral en cuanto a la apropiación de conceptos y su dominio, al nivel de maduración de sus procedimientos, a su capacidad de reflexión y acción consecuente y más allá del trabajo escolar. Se vuelve un momento privilegiado para el profesor ayudar al alumno a identificar sus propios procesos, resultados y repercusiones e invitarlo a superar las lagunas de aprendizaje; además para proponerse horizontes más amplios de estudios que pueden servir en futuras situaciones y circunstancias.

 

El mayor servicio a Dios (magis ignaciano)

«Más» no implica una comparación con otros ni una medida de progreso, en relación con un nivel absoluto. Más bien es el desarrollo más completo posible de las capacidades individuales de cada persona en cada etapa de su vida, junto a la disposición para continuar este desarrollo, a lo largo de la vida, y la motivación para emplear las cualidades desarrolladas al servicio de los demás. Consiste en buscar el bien más universal, la necesidad más urgente, los valores más duraderos, el trabajo no atendido por otros.

Buscar el magis por consiguiente, es proporcionar a cada grupo de alumnos, según su edad, el tipo y el nivel de educación que mejor responde a las necesidades de la región en que la escuela está localizada. El magis debe distinguir a todo estudiante y egresado de un Colegio Escuela o Universidad de la Compañía, y este magis no se resuelve en que él sea un gran académico o profesional, sino que aquello que posee, lo ponga al servicio de los demás y que además ayude a mejorar las condiciones de vida de los excluidos de la sociedad, con lo cual estará contribuyendo a construir El Reino; es decir obrando A Mayor Gloria de Dios.

 

Analogía entre los Ejercicios y la pedagogía ignaciana

Para recapitular lo extraído se señalan ciertas analogías entre los Ejercicios y la pedagogía ignaciana que pasaron a la Ratio Studiorum:

1.      Los «preámbulos» y los «puntos» para la oración tienen su paralelo en la prelección de la materia que se va a enseñar.

2.      Con la «repetición» de la oración se intenta un dominio de la materia semejante al que se puede lograr por medio de una frecuente y cuidadosa repetición del trabajo de clase.

3.      La «aplicación de sentidos» («sentir» para Ignacio) se refleja en el acento puesto en lo creativo y lo imaginativo, en la experiencia, la motivación, el deseo y el gozo de aprender.

 

Además, entre todo lo imprescindible…

 Se insiste en la relación personal entre alumnos y profesores, porque:

  • Favorece el crecimiento gradual del ejercicio responsable de la libertad. Los profesores y los directivos, jesuitas y seglares, son algo más que simples guías académicos.
  • Implica acercamiento en la vida de los alumnos para tomar un interés personal por el desarrollo intelectual, afectivo, moral y espiritual de cada uno de ellos, ayudándoles a desplegar el sentido de la propia dignidad y a llegar a ser personas responsables en la comunidad.
  • Se ha de respetar la intimidad de los alumnos, dispuestos a escuchar sus preguntas y preocupaciones acerca del significado de la vida, compartir sus alegrías y sus tristezas, ayudarles en su crecimiento personal y en sus relaciones interpersonales.
  • Los miembros adultos de la comunidad educativa, con éstas y otras maneras, guían a los alumnos en el desarrollo de un conjunto de valores que llevan a decisiones que trascienden a la propia persona y les orientan a preocuparse por las necesidades de los demás.
  • Vivir de un modo que sirva de ejemplo a los alumnos, es útil para compartir con ellos las propias experiencias de vida.
  • Permite que a través de la estructura cuidadosa del plan de estudios en el ritmo del trabajo diario, en el modo como los diversos cursos se apoyan en los contenidos precedentes, y en la relación mutua de unos cursos con otros, cada curso particular contribuye a la consecución de la finalidad global de la escuela.
  • Lo más importante no es la cantidad de materia aprendida, sino más bien una formación sólida, profunda y básica. («Non multa, sed multum»).

 

Puerta Abierta

Sin palabras finales, intento enfatizar más bien en el inicio… en el principio y fundamento … insisto en la insistencia de San Ignacio… repetición… identificar intencionalidades, distinguir lo peculiar y distinto, extraer el sustento de su espíritu, volver a mirar, volver a considerar, distanciarse e involucrarse… REPETICIÓN… detenerse para reflexionar y para reflejar… lento, pausado, paso a paso… slow… slow attitude… slow learn… el modo de proceder docente ha de insistir… retornar y rescatar el sentido auténtico y profundo de la educación de cada hombre, de cada grupo, de la humanidad… insistir, insistir, insistir, lentamente… http://dianavinay.spaces.live.com/?_c11_BlogPart_BlogPart=blogview&_c=BlogPart&partqs=cat%3dformacion%2bdocente

Documentos (de entre muchos disponibles)


 

HERENCIA EDUCATIVA. Contemplación en Manresa. sección 1

Posted in formacion docente on 16 noviembre, 2007 by diana vinay

HERENCIA EDUCATIVA.  sección 1

¿la labor educativa que desempeño corresponde al modo pedagógico de proceder ignaciano?

por Diana María Alejandra Vinay Hernández

Junio, 2007

Presentación

Las siguientes son algunas claves extraídas (copiadas) de documentos de la Compañía de Jesús que pretenden acercar al docente al origen y fundamento de “lo ignaciano”, valiosísima herencia que hemos de resguardar en los Centros Educativos para darnos la oportunidad de reconocer desde dónde surge su exigencia e indagar reflexivamente, dentro y fuera de nosotros, qué tanto cuánto ¿la labor educativa que desempeñamos corresponde al modo pedagógico de proceder ignaciano?. Recordemos que nada hay más hermoso que dirigirse por sí mismos a los textos originales: “Porque no el mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente” [EE 2].

Fundamentos

La Ratio Studiorum (Ratio atque Institutio Studiorum Societatis Jesu) fue promulgada el 8 de enero de 1599. Son tres las fuentes fundamentales inspiradoras:

  • los Ejercicios Espirituales que concentran la vivencia espiritual profunda de San Ignacio,
  • las Constituciones, en especial la Parte IV que explicita lo que es la educación para jóvenes; y,
  • la tradición pedagógica de la Compañía.

 Tres escritos pedagógicos sirvieron de base en su redacción final:

  • las “Constituciones del Colegio de Messina” escritas por el P. Nadal,
  • las reglas del Colegio de Gandía encabezadas por el P. Araoz, y
  • las “Reglas y Avisos para las Escuelas de Italia”, recopiladas entre 1555 y 1556.

 La Ratio de Nadal contiene algunos de los más importantes elementos, entre los que destacan:

  • el que se refiere a la conservación de los tres niveles de formación:

o        el religioso;

o        el caracteriologico; y,

o        el de estudios

  • prevee la organización de las clases en grados:

o        ínfima;

o        media; y,

o        suprema

  • un método consistente en:

1.        prelección (en términos ignacianos), es la intervención inicial del maestro, quien muestra el camino a seguir y orienta los pasos posteriores;

2.        repetición por parte de cada estudiante, es la oportunidad para que interiorice lo escuchado en la prelección; y,

3.        disputa entre grupos, considerandolo un “refuerzo” a lo aprendido mediante el intercambio y la discusión entre estudiantes con la presencia del maestro.

4.        además, considerando que aún es importante lo que hoy conocemos como una “síntesis integradora”, originalmente se reservaba el día sábado para una repetición de lo visto a lo largo de toda la semana.

 

En la Ratio de Ledesma se puntualizan dos de sus muchas indicaciones;

  • Por un lado la consideración de que la enseñanza debe atender a las diferencias individuales: “NO TODAS LAS COSAS CONVIENEN A TODOS, NI A TODOS POR IGUAL”, el maestro ha de conocer a sus estudiantes y luego graduar la materia de acuerdo con los intereses y las capacidades de cada uno de ellos (ver más abajo el apartado “además de lo imprescindible…”).
  • Por otro lado ha de considerar qué es lo que debe saber y sabe un estudiante antes de enfrentarse a un nuevo aprendizaje, hoy lo llamaríamos pre requisitos y diagnóstico u organizadores previos.

 Discernimiento y reflexión permanentes

 La llamada “Suma Sapientia” (1570), recogió y unificó las “Ratios” que se encontraban en distintas partes de Europa, el P. Acquaviva durante años la sometió a revisión (hasta 1599), cuidando de mantener presente en todo el documento la perspectiva Ignaciana, se trata de la sentencia tantas veces repetida por Ignacio de adecuarse según “lugares, tiempos y personas”, buscando mantener la unidad y la fidelidad con la misión.

La Ratio Studiorum (1773) no podía ser un sistema educativo único para todos los países donde los jesuitas tenían escuelas. Su objetivo fundamental seguía siendo la formación integral, el enseñar a pensar y el educar a los alumnos para participar constructivamente en la sociedad. Sin embargo, la aceleración de los cambios sociales, las nuevas necesidades educativas y la presencia progresiva de numerosos colaboradores laicos, exigían difundir los planteamientos en el sistema educativo de la Compañía.

 La Compañía de Jesús, a través de un largo proceso de renovación, emprendido después del Concilio Vaticano II y de varias Congregaciones Generales, se propuso afrontar decisivamente la situación, afirmando repetidamente su fidelidad a la herencia ignaciana; «hemos recibido una herencia rigurosa que en sus líneas maestras conserva su vigor en la actualidad» (Carácter Propio).

 El P. Arrupe (1980) señala que un Centro Educativo de la Compañía «debe ser fácilmente identificable como tal. Se asemejará en muchos casos a otros centros no confesionales, o confesionales e incluso de religiosos. Pero, si es verdaderamente de la Compañía, es decir, si en él actuamos movidos por las líneas de fuerza propias de nuestro carisma, acentuando nuestros propios rasgos esenciales y nuestras opciones, la educación que reciban nuestros alumnos estará dotada de cierta “ignacianidad”, si me permitís el término. No se trata de actitudes esnobistas o arrogantes, ni es complejo de superioridad. Es la consecuencia lógica del hecho de que nosotros vivimos y actuamos en virtud de ese carisma y de que en nuestros centros hemos de prestar el servicio que Dios y la Iglesia quieren que prestemos “nosotros”», y  lanzó un desafío positivo:

 

A.merecen la pena,

B.son obras propias y significativas de la Compañía, pero a condición de:

o        expresar una identidad clara y fiel,

o        mantener una actualización ignaciana de nuestro modo de proceder,

o        promover una participación de la comunidad educativa que contemple la corresponsabilidad de los laicos, e

o        impulsar una clara opción social, “formación de hombres y mujeres para los demás”.

 

En las últimas décadas del s. XX, al acercarse el IV Centenario de la Ratio, la Compañía elabora dos documentos de rango universal: Características de la educación de la Compañía de Jesús (1986) y Pedagogía Ignaciana, un planteamiento práctico (1993). Destacan por formular:

  • ¿Cómo ha sido en líneas generales este itinerario renovador?,
  • ¿tiene la Compañía una identidad educativa específica, un modelo educativo propio ante los métodos pedagógicos modernos y los proyectos educativos dictados por las leyes de los Estados?

 El documento de Características es inspirador, realiza una magnífica conexión entre espiritualidad ignaciana y el modo de proceder en educación, sus énfasis recaen en seguir considerando:

A.            La imagen de Dios, contemplar su presencia en todo.

B.            La libertad humana, explorar la realidad con el corazón y la mente abiertos.

C.           Cristo modelo de persona.

D.           La acción. Dimensión social (educar desde la perspectiva de los pobres),

E.            En la Iglesia. La educación de la Compañía es un instrumento apostólico.

F.            El «magis».

G.           La comunidad. Atender lo crucial.

H.           El discernimiento.

 Características recoge viva y actualizada la herencia ignaciana: la atención personal, la planificación minuciosa, la adaptación flexible, el enseñar a pensar, el cuidado del profesorado, el objetivo de una formación integral de la persona, abierta a la dimensión espiritual de la misma. Esta herencia educativa permite afirmar que Ignacio de Loyola y sus seguidores no sólo pensaban en la cultura de un hombre idealmente educado, sino en formar al hombre completo, para participar o influir en el ambiente de su época.

 El P. Peter-Hans Kolvenbach (1986), expresa el mismo propósito con palabras muy semejantes: «Nuestro ideal es la persona armónicamente formada, que es intelectualmente competente, abierta al crecimiento, persona religiosa, movida por el amor y comprometida a realizar la justicia en un servicio generoso al Pueblo de Dios».

 La educación en la Compañía

 — Afirma la realidad del mundo.

— Ayuda a la formación total de cada persona dentro de la comunidad humana.

— Ofrece una dimensión religiosa que impregna la educación entera.

— Es un instrumento apostólico.

— Promueve el diálogo entre la fe y la cultura.

— Insiste en la atención e interés por cada una de las personas.

— Da gran importancia a la actividad por parte del alumno.

— Estimula la apertura al crecimiento, a lo largo de toda la vida.


Corazón cobarde….

Posted in canciones on 9 noviembre, 2007 by diana vinay
CONTIGO         por Joaquín Sabina
(si haces click en el título puedes ver el video)
 

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas “volvamos a empezar”;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.