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Quien ama sabe que el primer beso amanece a su lado en la cama. Los ojos se abren lentos al alma de la luz, que abraza cada objeto. ¿No veis los colores en teselas iridiscentes como palomas? Se incorpora el cuerpo a Dios, desnudo de sueños mientras se despereza. Nadie habla en el frugal desayuno. Quien ama conoce que el silencio hace más perfecto al que lo reza. Comienza el día entre la rutina del horario, del trabajo oscuro. Una vida sencilla, que aspira al gozo de las cosas pequeñas. Y pasa la lluvia de las horas, comes con tu mujer, y paseas de su brazo el ángel de la belleza. Quien ama escribe siempre un poema mejor, el que más se necesita. Ya están aquí los niños, a gritos llenan la casa de luz y risas. El sueño poco a poco se expande, toma posiciones. El cansancio hace mella y cierra los libros. Sólo queda el padre de familia en pie, dejándoos una esperanza: Dios existe, leed a los poetas.
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This entry was posted on 4 abril, 2007 at 9:08 PM and is filed under poesia... incluso musicalizada. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
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